viernes, 3 de mayo de 2013

Dormir en la lluvia

Hace frío, garúa... finito y constante. Caen de esas gotitas de lluvia que se te quedan pegadas a la ropa y te enfrían la espalda... el cuello.
Aunque mis pasos traten de escapar del afuera, el afuera se me mete por los poros y por la consciencia. Se hace huésped de mi interior y me retumban los sentimientos alguna vez vividos. Y cuando miro a esta mujer guardando su mercadería después de un día de lluvia y poca venta, me veo a mí reflejada. Me tocan insistentes a la puerta los pensamientos, los sentimientos de soledad llena de bullicio, de centro, de charlas que sentí cuando era yo la que guardaba mi mercadería después de un día de lluvia y poca venta.
¿Y qué hay cuando sentía hambre y no tenía una moneda? Ya volvía sin un mango en el bolsillo y, eligiendo mi presa, me acercaba vergonzosa a ofrecer mis artesanías. "Una por $7 y dos por $10". La verdad es que nunca me gustó hacer monólogos orales, me siento falsa y falluta. Escribir es otra cosa. Pero para hablar necesito de un interlocutor, alguien que me conteste, que me interrumpa.... una musa inspiradora.
Volver a casa y saber que nadie te está esperando... o volver sabiendo que lo tuyo va a ser poca cosa, pero que para vos fue todo tu día, y fue un gran esfuerzo.
La vida de pobre, se nota en la cara. Es una mirada miserable, pero de fortaleza. Como de perro alienado, curtido, de guerra. Si el capital no fuera tan dificil de encontrar cada día, y a la vez tan necesario, estaríamos en lucha permanente. Es un lujo la militancia. Pero es un deber, si tenés el lujo no tener que matarte por comida.
¿Cómo hago para seguir caminando después de verle los ojos a ese hombre sentado en plena lluvia con su cartón mojado? Sabiendo que hoy duerme en la calle. Sabiendo que ese otro hombre envuelto en una bolsa de consorcio y tapada su cara con un buzo, no está soñando. No sueñan, porque la realidad se les ha convertido en un sueño constante del cual esperan despertar. Y hay muchos que están resignados, y ya ven tan lejano el amanecer que perecen a luchar y descansan en los sueños.
¿Qué necesitás, loco? ¿Dónde vas a dormir hoy? ¿Qué podemos hacer para que salgas de esta situación? ¿Son las leyes? ¿Sos vos? ¿Soy yo? ¿Es mi cama calentita, mi celular, mi televisión? ¿Sos necesario vos para que yo viva así? ¿Puedo vivir así sabiendote en esta situación?
¿Para qué te doy una moneda? ¿Por qué? O mejor planteado, ¿por qué llegamos al punto en el que tenés que estar pidiendo una moneda? O peor todavía, ¿por qué yo tengo esa moneda que vos estás pidiendo?

Hoy miro para atrás y no me arrepiento. Pero doy las gracias por poder dormir calentita. Y... a puro pulmón sé que vos te lo merecés igual que yo.

No hay comentarios:

Licencia de Creative Commons
Todas las obras by María Josefina Foronda is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://formazaincreativas.blogspot.com.